El psiquiatra Alejandro Ortiz revela que sí existe una adicción por los teléfonos celulares Black Berry. En el momento en que el usurario depende del aparato para relacionarse con las personas pero al mismo tiempo se empieza a aislar de su entorno, quiere decir que ya presenta una adicción por el aparato. El adicto le da preferencia y privilegio al contacto virtual más que al contacto personal. Esto demuestra, según él, un aislamiento del mundo real, un síntoma clave de adicción.
Es muy difícil que uno mismo detecte el problema de adicción con respecto al Black Berry. No siempre es tan evidente pues hace creer al consumidor que está socializando al tener comunicación con tantas personas al mismo tiempo. Pero mientras sea por medio del celular, hace parte de un mundo virtual, un mundo alejado de la realidad.
Una vez identificado y aceptado el problema, se debería buscar ayuda profesional con un psicólogo o siquiatra especialista en trastornos de conducta y adicciones. “Una terapia psicológica de tipo conductual seria personalmente lo que recomendaría, esta terapia busca modificar conductas anormales del ser humano”, afirma Ortiz.
Es muy difícil que uno mismo detecte el problema de adicción con respecto al Black Berry. No siempre es tan evidente pues hace creer al consumidor que está socializando al tener comunicación con tantas personas al mismo tiempo. Pero mientras sea por medio del celular, hace parte de un mundo virtual, un mundo alejado de la realidad.
Una vez identificado y aceptado el problema, se debería buscar ayuda profesional con un psicólogo o siquiatra especialista en trastornos de conducta y adicciones. “Una terapia psicológica de tipo conductual seria personalmente lo que recomendaría, esta terapia busca modificar conductas anormales del ser humano”, afirma Ortiz.
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